Columnistas

Tecnología y vigilancia epidemiológica

Antonio Martínez Senior Manager de Deloitte

Por: Antonio Martínez | Publicado: Viernes 13 de marzo de 2020 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Antonio Martínez

Según la Organización Mundial de la Saludos, el brote de coronavirus chino ha alcanzado el nivel de pandemia, con más de 100 mil casos confirmados en 94 países y casi 3.500 muertos. Las Naciones Unidas cifran el impacto económico mundial en más de 50.000 millones de dólares. En Chile ya van más de 30 casos confirmados, y las autoridades de salud aumentan la capacidad control y diagnóstico, además de reforzar la red de vigilancia epidemiológica del país.

Imagen foto_00000002

El flujo de Vigilancia Epidemiológica actualmente es de carácter reactivo y centrado en los establecimientos de salud públicos y privados. Estos son los encargados de notificar las sospechas a la SEREMI, quien confirma o rechaza, toma medidas de control y prevención, y notifica al Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud. Este, a su vez, recolecta, analiza y valida datos, y realiza las labores de coordinación, comunicación de riesgo, alerta sanitaria y difusión.

En un escenario así, conviene saber que existen muchos ejemplos de que la tecnología permite una vigilancia epidemiológica más activa y centrada en el ciudadano, contribuyendo a mejorar la detección, el diagnóstico, reduciendo el contagio, y agilizando la coordinación y las comunicaciones. La inteligencia artificial y un conjunto de apps ayudan a identificar riesgo de infección y autodetección temprana, con recomendaciones y educación sobre qué hacer.

Analytics para analizar rápidamente flujos y hacer seguimiento (tracking) de movimientos de los ciudadanos que han tenido contacto con casos confirmados previniendo nuevos brotes. Inteligencia artificial para acelerar el diagnóstico y tratamiento a partir de tomografías computarizadas o para monitorear noticias, redes sociales y documentos gubernamentales para predecir brotes. Chatbots y plataformas que proveen información en tiempo real a la población, para evitar el pánico. Blockchain para el intercambio de información de salud administrativa entre prestadores, pacientes y aseguradoras, reduciendo el contacto cara a cara en los brotes.

También existen robots que limpian y esterilizan salas de pacientes infectados o en cuarentena; drones para la entrega de medicamentos en zonas afectadas; telemedicina para consultas de rutina y seguimiento de pacientes sanos evitando que acudan a centros de salud; internet “de las cosas” (IOT) para detectar condiciones ambientales que favorecen la propagación o detectores de temperatura de personas que transitan zonas neurálgicas como aeropuertos, previniendo riesgos de brotes.

Por el momento, el Covid-19 ha mostrado un alto nivel de contagio y, afortunadamente, bajas tasas de mortalidad. Pero esto puede cambiar o podrían aparecer nuevos patógenos y epidemias. Se hace necesaria una estrategia para transformar y fortalecer nuestro Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica con un monitoreo activo y centrado en el ciudadano.

Lo más leído