Telecomunicaciones: Desafíos 2020

Pedro Huichalaf Roa

El estallido social de octubre de 2019 ha generado varios efectos, siendo uno de ellos inmovilidad en varios sectores productivos y económicos, los que se han visto resentidos producto de las manifestaciones, marchas y llamados a protestas. Por lo mismo las medidas que adopte el gobierno debiesen tender hacia un foco ciudadano, promoviendo la inversión, tanto pública como privada, fortaleciendo la seguridad jurídica y pensando en el desarrollo de mediano a largo plazo con políticas públicas concretas y orientadas hacia estos objetivos.

En materia de telecomunicaciones, por ejemplo, el año pasado, estuvo marcado por una judicialización en este mercado, por falta de definiciones y certezas en cuanto a porcentaje de espectro por empresas de telecomunicaciones, tipos de bandas de frecuencias, tecnología a desarrollar y espectro disponible para una futura licitación.

Sin embargo, este 2020 pareciera ser más auspicioso para avanzar en varios frentes buscando definiciones claras y propuestas concretas, más que buscar solamente resultados específicos para mostrar, puesto que ello puede generar más problemas que beneficios.

Así, actualmente la Subsecretaría de Telecomunicaciones está impulsando una consulta pública para una eventual licitación de espectro para despliegue de 5G, sin perjuicio de ello, aún no tiene definido, tras 2 años de estudio, un reglamento de calidad de servicio de acceso a Internet claro cuyos parámetros incidirán en la forma en que se despliega y ofrezcan nuevos servicios, incluyendo 5G. Por ello, más que pensar en una pronta licitación, se debería generar más acuerdos transversales sobre la forma en que como país se diseñará la incorporación de esta nueva tecnología, en el despliegue de redes a implementar, en su relación con el desarrollo de IoT, dispositivos conectados, generación de datos, usos inteligentes de los mismos y fortalecimiento de redes y sistemas pensando en ciberseguridad y protección de infraestructura crítica frente a posibles ataques informáticos.

Paralelamente, se discute en el Congreso un proyecto de ley que busca establecer el roaming nacional obligatorio y cuyo texto está siendo modificado por indicaciones de diputados justamente porque la propuesta inicial del ejecutivo podría afectar directamente la competencia y a los usuarios, cuando el foco debe ser dar más acceso a ciudadanos que viven en zonas rurales y extremas de nuestro país.

Al mismo tiempo, avanzar hacia el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones para contar con alta transmisión de datos neutra y abierta, en proyectos como Fibra Óptica Austral, Fibra óptica Nacional y en unir Chile con Asia Pacífico con fibra óptica submarina, proyectos ideados en la administración anterior, muestran a posibles inversionistas nacionales y extranjeros una continuidad de política pública y espacios para participar en el mercado chileno con los beneficios que ello conllevan.

Finalmente en materia de telecomunicaciones, el gobierno cuenta con opciones concretas este 2020, para pensar y diseñar el futuro de Chile de las próximas décadas, con más acceso e igualdad en su uso y beneficios para todos los chilenos, que es justamente lo que está pidiendo la sociedad en su conjunto.