Tomás Izquierdo

Crecimiento futuro: 2/3 dependen de nosotros

Tomás Izquierdo Silva Socio Gémines Consultores

Por: Tomás Izquierdo | Publicado: Miércoles 1 de agosto de 2018 a las 04:00 hrs.
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Es evidente que nuestra economía está entregando señales objetivas de recuperación en el ritmo de crecimiento. El presente año es factible crecer incluso por sobre el 4% que estima el mercado. ¿Se puede sostener este ritmo los próximos años?

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La respuesta es al menos incierta, si tenemos en cuenta el escenario externo y, hasta ahora, el tímido manejo interno. Amenazas: guerra comercial, que involucra directamente al mundo desarrollado más China; presiones inflacionarias latentes en Estados Unidos, con sucesivas alzas en el costo de financiamiento externo que enfrentan las economías emergentes; ruido político en Europa, con un Brexit cada vez más complejo y creciente apoyo ciudadano a actores políticos de corte nacionalista y/o euro-escépticos. En la región, eventuales crisis políticas en Brasil, con gran incertidumbre para las elecciones de octubre, y en Argentina, que a los desequilibrios estructurales y la inflación agrega ahora una incipiente recesión.

Como nada podemos hacer desde Chile para afectar el devenir de la economía mundial, enfoquémonos en lo que sí podemos hacer “desde dentro”. Seamos consecuentes: así como en su momento argumentábamos que del orden de dos tercios del bajo crecimiento de los últimos cuatro años respondía a factores internos, ahora, mientras la economía global no caiga en una crisis desatada, podemos argumentar que dos tercios del crecimiento futuro podríamos sostenerlo a partir de buenas señales internas.

Aunque con algunos errores no forzados, la instalación política del gobierno ha sido correcta. Pero las prioridades políticas han estado excesivamente centradas en satisfacer a la masa, con temas como infancia, delincuencia o agenda de género. En cambio, por el lado de las iniciativas que necesita el mundo empresarial para sostener las expectativas y seguir invirtiendo, ha pasado poco y nada.

En lo tributario, las señales han sido confusas, incluso contradictorias, y aún no se envía un proyecto de reforma. Algo parecido en materia laboral, medio ambiental o de modernización del Estado. La rebaja de clasificación de Moody´s se explica en parte por esto. ¿Será por temor del gobierno a enfrentar una “oposición” con mayoría en ambas cámaras? ¿Existe un bloque opositor que logre ponerse de acuerdo en temas relevantes? La verdad es que no, los antiguos partidos de la Nueva Mayoría están claramente fragmentados. El Ejecutivo no debe temer a presentar nítidamente sus propuestas, de cara a la ciudadanía, que sigue apoyándole en forma mayoritaria. El tiempo juega en contra. ¿Acaso en unos meses más el gobierno tendrá mayor respaldo político? Poco probable; conviene aprovechar ahora el alto apoyo ciudadano y la desarticulada oposición.

El entusiasmo inicial asociado al cambio de gobierno se va desgastando. Que no nos pase lo de Macri. Un contexto externo incierto y con tendencia al deterioro hace aun más urgente avanzar en los temas señalados. Debemos aprovechar la inercia que ya trae la economía para proyectarla a un plazo más largo. Ello, por lo demás, es fundamental para la aspiración de lograr un futuro nuevo gobierno de centroderecha. Planteado el desafío, se requiere liderazgo político y arrojo.

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