Transformación de la economía china

La transformación fue el tema central del Foro de Davos de Verano 2016, celebrado en junio pasado en Tianjin, China. Ante una economía mundial con más incertidumbres de recuperación, el Primer Ministro chino, Li Keqiang, reafirmó en el Foro la voluntad de promover la transformación de la economía china a un nivel más avanzado. China está redoblando esfuerzos por implementar las reformas estructurales, especialmente la del lado de la oferta, cultivar nuevos sectores de crecimiento y reconvertir los tradicionales.

Las cifras del primer semestre han demostrado que el funcionamiento de la economía china está en el rango razonable, lo cual corresponde a las expectativas. El crecimiento en la primera mitad del año fue de 6,7%, entre los mejores de las principales economías del mundo.

Con la simplificación administrativa, la descentralización y la promoción de innovación y emprendimiento, se crearon diariamente unas 40 mil entidades del mercado, lo cual ha dado gran soporte al empleo. De enero a junio se registraron 7.170 mil empleados nuevos en las zonas urbanas, cumpliendo el 71,7% de la meta para todo el año. Los ingresos disponibles per cápita aumentaron un 8,7%.

Se registraron nuevos logros en los reajustes estructurales. El sector de servicios ha llegado a ser el más grande ocupando 54,1% de la economía. El consumo ha crecido a un ritmo rápido y estable con un aporte de 73,4% al crecimiento, superando el aporte de la inversión.

Estamos conscientes de los desafíos. Con un entorno internacional complejo y problemas domésticos acumulados durante los años, está presente todavía la presión bajista y hay que consolidar más los fundamentos del funcionamiento estable de la economía. Sin embargo, China tiene la determinación y capacidad de superar las dificultades. Siempre existen más esperanzas para la economía china.

Se mantendrá la continuidad y estabilidad de las políticas macroeconómicas de China, con innovación de los métodos de regulación macroeconómica, canalizando más recursos hacia los sectores que favorecen la transformación económica. La alta tasa de ahorro en China permite mayor espacio para impulsar la reforma financiera, revitalizar el stock y mejorar el mecanismo de financiar la economía real. China tiene suficientes herramientas macroeconómicas para enfrentar mayores desafíos, manteniendo el funcionamiento económico en el rango razonable y evitando los impactos de riesgos sistemáticos y regionales.

China es la segunda economía más grande en el mundo; el primero en manufactura; el país en vías de desarrollo más grande; el mercado emergente con mayor potencialidad; el primero en el mundo en cuanto a la cantidad de profesionales científicos y tecnológicos; el segundo en la inversión en I+D; un país potente en el comercio de bienes y servicios; el destino favorable y origen principal de inversión extranjera, lo cual pone en evidencia las inmensas potencialidades, las grandes ventajas y el amplio espacio del desarrollo de China.

Mi país seguirá implementando los conceptos de desarrollo de innovación, coordinación, ecología, apertura y compartición. Reforzaremos la transformación económica con la innovación, la profundización de reforma y la apertura, a fin de reducir la dependencia de los recursos naturales y apoyarse más en los recursos humanos calificados y factores innovadores. Todo eso permitirá a China un crecimiento a un ritmo medio-alto y de nivel más avanzado.

China se esfuerza por la recuperación estable de la economía mundial y la prosperidad compartida de todos los países. Trabajaremos de la mano con todas las partes para buscar conjuntamente soluciones ante los desafíos. Necesitamos reforzar la coordinación de políticas macroeconómicas, y promover una gobernanza global eficiente y ordenada, con el objetivo de construir un sistema económico internacional más justo, más equitativo y más abierto, en beneficio del restablecimiento de la economía global.