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Uber en Chile: Regular, ¡pero nivelando hacia arriba!

Juan José De la Torre. Líder de Transformación Digital, emprendedor de alto impacto, mentor de startups, inversionista ángel y speaker internacional

Por: Juan José De la Torre | Publicado: Martes 18 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
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El último round del enfrentamiento entre el Ministerio de Transportes con los llamados “transportes disruptivos” ha terminado con el envío de un proyecto de ley para regular sus servicios. Esta acción ha dejado entrever más de alguna falencia. Por un lado, la efervescente reacción de los usuarios en favor de Uber y Cabify, claramente evidencia un rechazo a volver al sistema tradicional, con una calidad de servicio dispar y muchas veces dominada por falta de transparencia y ausencia de un enfoque al cliente. Por otro, la realidad de un mercado poco dinámico, el cual se ha visto sobrepasado y en desventaja frente a estas nuevas propuestas de valor. Y finalmente, la de un ente regulador que no ha sabido responder con prontitud y eficacia a las inquietudes de ambas partes, para finalmente reaccionar a destiempo con una propuesta que no solo atenta contra la esencia misma del éxito de estas propuestas innovadoras sino también deja en tela de juicio la posición del ejecutivo para fomentar nuevos modelos de negocios.

Se trata de entender la complejidad modelos que se basan en el uso de activos desregulados (autos de personas) en negocios regulados (transporte de personas). Esto claramente puede generar destrucción de valor, pues una parte debe subsidiar a la otra, para que se pueda obtener el servicio

Bajo el supuesto actual, los consumidores ganan, pero dicha ganancia es temporal y no sostenible en el tiempo, pues tarde o temprano o el “desregulado” (Uber / Cabify en este caso” se convierte en monopolio (existen ya muchos países en donde Uber es prácticamente un monopolio, luego durante horas “peak”, los usuarios pagan hasta 2.75 veces la tarifa normal) o el “desregulado” no presta su servicio sin mayor protección al cliente que la ley de oferta y demanda (que pasa si tienes un problema con Uber? O si el conductor no es bueno? Quién crees que responde?).

Debido a esto, los nuevos modelos disruptivos requieren de una regulación. No se trata de intentar transformar Uber en un taxi tradicional, sino de reconocer la propuesta de valor de Uber, su originalidad y valor para el cliente, y a partir de este punto poder regular con los patrones mínimos para garantizar servicio al cliente, competitiva y creación de valor. Hoy es Uber, pero nuestro país ya cuenta con muchos otros ejemplos disruptivos que están operando (Alibaba, Airbnb, Expedia, etc.). Si el regulador toma el camino de nivelar hacia abajo, no solo estará subvencionando experiencias de clientes no optimas, sino que pondrá en peligro el desarrollo de la innovación y la libre competencia. ¿Regular? Sí, ¡pero nivelando hacia arriba!

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