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Una cultura de cambio, clave para enfrentar la revolución tecnológica

Cristián Bastián Socio Principal KPMG

Por: Cristián Bastián | Publicado: Martes 14 de marzo de 2017 a las 04:00 hrs.
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La digitalización y las perturbaciones causadas por el auge de las tecnologías digitales han creado una paradoja. Por un lado, las organizaciones están conscientes de la evolución tecnológica y sus impactos altamente positivos. Por el otro, la mayoría de las empresas siguen mostrando lentitud para abordar o abrazar plenamente estas tecnologías, generando con ello una creciente desconexión entre el potencial tecnológico y el ritmo de adopción real de las nuevas tecnologías.

El mayor obstáculo no es necesariamente la tecnología, sino la disposición y cultura de la organización para aceptar la implementación de una estrategia efectiva, dando como resultado nuevas formas de hacer negocios y usar datos que requieren habilidades diferentes y una mentalidad flexible en todos los niveles de la organización.

Un reciente estudio de KPMG, que mide periódicamente las tendencias del mercado global, señala que las organizaciones necesitarán involucrarse en la digitalización de sus tecnologías en los próximos años antes de asumir un grave riesgo de obsolescencia. Sin embargo, los grandes obstáculos que enfrentan las empresas para esta adopción, denotan una falta de visión estratégica para abordar la disrupción digital, los límites y las necesidades del legado de los sistemas de TI y una resistencia cultural frente al cambio. Los resultados de este estudio indican que, para más del 30% de los encuestados, la principal barrera para el cambio tecnológico está dada por falta de visión estratégica y que se asocia a la cultura de la empresa.

Asimismo, el estudio señala cuáles son los potenciales beneficios que mayor ponderación tienen. Para la mitad de los encuestados, el beneficio clave de la digitalización es mejorar la eficiencia operativa; para un 41% es la automatización de los procesos centrales de negocio; y finalmente, para un 40% utilizar análisis de datos para mejorar la eficacia operativa.

Es por ello que uno de los íconos de esta transformación digital que enfrentamos es la irrupción de la inteligencia artificial, una disciplina mucho más cercana a la realidad que a la ciencia ficción. Hoy, las grandes empresas están apostando por tecnologías robóticas y cognitivas como palancas de competitividad, cuyo impacto en las empresas constituye una puerta abierta a inmensas ventajas en prácticamente todas sus funciones y a la posibilidad de complementar la inteligencia humana, impulsando la ciencia y la innovación a una velocidad sin precedentes. Históricamente, la tecnología ha sido un catalizador constante de transformación empresarial pero ahora las oleadas de innovación son cada vez más rápidas y cortas.

Sin lugar a dudas, el ritmo de la innovación se acelera. Es factible prever que en pocos años veremos muchas funciones automatizadas, como también una transformación que traerá consigo un cambio profundo en la experiencia de los clientes, los modelos de negocio, las empresas y el mundo que hoy conocemos.

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