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Una reforma íntegra y urgente

Mónica Titze Asesora Jefe de Pensiones de la Subsecretaría de Previsión Social.

Por: Mónica Titze | Publicado: Martes 12 de marzo de 2019 a las 04:00 hrs.
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Mónica Titze

En reiteradas ocasiones se ha dicho por parte de la oposición que la reforma previsional del Gobierno solo otorgará beneficios en 40 años más, debido a que estos se concentrarían en los futuros pensionados. Se reconocen los incrementos al Pilar Solidario, pero se omiten los aportes que por primera vez recibirán los pensionados de clase media en reconocimiento a su esfuerzo de ahorro previsional. Es por esta razón es que no se puede separar el proyecto buscando favorecer a los beneficiarios del Pilar Solidario con una rápida tramitación, pues se perjudicaría a los pensionados de clase media.

Pero además, el proyecto de ley contempla otros beneficios a los que debiéramos darle urgencia, como aquellos orientados a los pensionados en situación de dependencia severa; los que están viendo bajar sus pensiones a medida que van envejeciendo y también los trabajadores que dejan de cotizar como consecuencia de estar cesantes. La Reforma a las Pensiones contempla iniciativas concretas para estos grupos y son igual de urgentes. Cuánto más se agilice su legislación, antes llegarán a sus beneficiarios.

Así, al primer año de aprobada la ley, 1,6 millones de beneficiarios del Pilar Solidario verían incrementadas sus pensiones en al menos un 10%; y otras 37 mil personas -que hoy sufren los estragos de haber perdido su autovalencia- podrán recibir el Subsidio de Dependencia. Al año siguiente se sumarán como beneficiarios otros 450 mil pensionados, quienes recibirán el nuevo Aporte Clase Media, que además favorece con un monto mayor a las mujeres.

Junto a estos beneficios - todos financiados con recursos estatales-, es igualmente urgente ir incrementando desde ya el ahorro previsional de los trabajadores. De este modo, el primer año de aprobada la reforma, los empleadores aportarán 0,3% del ingreso a las cuentas individuales de sus trabajadores, para llegar en ocho años a un 4%. Adicionalmente, la Reforma contempla cambios que permitirán reducir sus lagunas previsionales, apoyando por esta vía el crecimiento y constancia de los ahorros.

A ello se sumará el aporte del empleador para el Seguro de Dependencia que partirá en 0,1% del ingreso el primer año, y llegará a 0,2% el segundo. Esto permitirá a los trabajadores que lleguen a sufrir dependencia severa en el futuro, acceder a un beneficio pecuniario de un valor mínimo de 3 UF mensuales ó $83 mil.

En resumen, tras ocho años de marcha de la Reforma, se estaría beneficiando a 530 mil pensionados por concepto de Pensión Básica Solidaria; 1,5 millones por Aporte Previsional Solidario; 660 mil por Aporte Clase Media; 132 mil por el Subsidio de Dependencia, y más de 5 millones de cotizantes por el aporte adicional de 4% del empleador para aumentar el ahorro previsional y de 0,2% para Seguro de Dependencia.

Es evidente que esta reforma no beneficia sólo a los futuros pensionados, sino que da solución a los actuales y próximos a jubilar en forma inmediata. Tomando conciencia de estas cifras y del diseño integral del proyecto, es nuestro deber insistir en el llamado a que los parlamentarios lo legislen con seriedad, premura y en forma íntegra. Darle mayor urgencia a unos beneficiarios en detrimento de otros es caer en una discriminación difícil de justificar. Todos quienes requieren con urgencia de estos beneficios merecen la misma consideración.

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