Uso de tecnología para un nuevo sistema tributario

Alejandro Burr, exdirector del Servicio de Impuestos Internos

Muchos contribuyentes perciben que el Servicio de Impuestos Internos (SII) fiscaliza con mayor severidad a las micro y pequeñas empresas.

Esa percepción se debe a que las empresas más grandes están en condiciones de contratar mayores y mejores asesorías en temas tributarios; mientras que las empresas micro y pequeñas no, lo que dificulta su cumplimiento tributario, generando faltas e inconsistencias que detecta el servicio, y con ello se generan los cobros respectivos.

Lo anterior posiblemente se vea agravado por el actual sistema tributario producto de la reforma tributaria tramitada en el anterior gobierno, que ha resultado complejo, debido -en parte- a que es un nuevo sistema, pero también por la complejidad que introdujo esa reforma al sistema tributario previo. Tales dificultades ya se vieron en una etapa inicial, específicamente en la Operación Renta del año 2018. Sin embargo, éstas deberían continuar, ya que ahora se viene la etapa de fiscalización por parte del servicio, donde posiblemente queden a la vista en forma patente los problemas que ha generado la implementación de la reforma para los contribuyentes, siendo los más afectados las micro y pequeñas empresas.

Por ello, esperemos que la nueva reforma al sistema tributario que ha anunciado el actual gobierno realmente tenga como eje central el facilitar y simplificar el cumplimiento de las obligaciones tributarias que pesan sobre las empresas de menor tamaño. Para ello, sería deseable que la modificación tenga una visión de siglo 21 y no del siglo 20, y que aproveche la utilización obligatoria de la factura electrónica y de otros medios tecnológicos, de manera que permita disminuir las obligaciones tributarias de los contribuyentes y no de aumentarlas. Si así fuere, disminuirían las contingencias tributarias que pesan sobre dichos contribuyentes, sin afectar con ello la recaudación de impuestos.