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¿Y para qué sirven las universidades?

DANIEL CONTESSE VICERRECTOR DE INNOVACIÓN Y DESARROLLO U. DEL DESARROLLO U. del Desarrollo

Por: DANIEL CONTESSE | Publicado: Miércoles 16 de agosto de 2017 a las 04:00 hrs.
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Después de tanta discusión y revuelo sobre las universidades, su financiamiento y su rol, vale la pena detenerse un poco a reflexionar sobre el sentido que tienen estas instituciones. No se trata de filosofar de manera teórica sobre el rol que las universidades cumplen, sino que de entender mejor su función de modo de orientar la discusión pública y así diseñar políticas correctas, cuando aún estamos a tiempo.

Se puede decir muchas cosas sobre las universidades, pero hagamos un foco en el impacto que éstas tienen en la sociedad. Un estudio del London School of Economics de más de 15.000 universidades en 78 países distintos muestra que doblar el número de universidades en una región se traduce en un aumento de 4,7 % del PIB per cápita en un lapso de 5 años.

Chile ha vivido un proceso de rápido crecimiento en el sector de educación superior. Este crecimiento no ha sido sólo en términos de volumen, sino que también en términos de calidad. La cantidad de universidades, el número de alumnos enrolados, la cantidad y calidad de investigación, la posición en los rankings internacionales, los resultados de especialización en universidades de clase mundial, la conexión con otras universidades.

Es decir, el sistema universitario chileno lo ha hecho muy bien y ha sido un gran contribuidor al desarrollo del país. Es cierto que el sistema tiene imperfecciones y grandes desafíos por delante. Imperfecciones como que aún no logra llegar suficientemente a los sectores de la población más vulnerables. Desafíos en torno a un mundo cambiante, que enfrenta una nueva revolución industrial y que requiere de parte de las universidades un rediseño para adaptarse a las necesidades del siglo XXI.

Estamos discutiendo una nueva estructura de nuestro sistema universitario. La discusión debiera partir desde esta verdad y reflexionar a partir de esto sobre cómo perfeccionamos nuestro modelo y lo llevamos a prepararse para los desafíos que nos toca enfrentar hoy. Estoy seguro que si esa fuera la aproximación en el debate, el tipo de propuestas que recoge la ley sería completamente distinto a lo que estamos viendo hoy.

El país tiene que recuperar su capacidad de crecimiento si queremos resolver los problemas sociales que tenemos y que todos compartimos. Lo demás es música dijo alguien por ahí. Bueno, debemos limpiar el debate público, eliminar la mucha música que hay dando vuelta, partir desde verdades respaldadas con evidencia y enfocarnos en proponer medidas inteligentes que pavimenten el camino para un sistema de educación superior aún mejor y competitivo en el siglo XXI.

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