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¿Y si nivelamos (de verdad) la cancha en el comercio?

Paula Valverde Gerenta general de Grupo Limonada

Por: Paula Valverde | Publicado: Miércoles 31 de marzo de 2021 a las 04:00 hrs.
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Paula Valverde

La pandemia por el Covid-19 aceleró un proceso de transformación digital sin precedentes en nuestro país, agilizando industrias y mercados particularmente afectados por la pandemia, como el comercio presencial y las ventas minoristas. Esto obligó a pequeñas y medianas empresas a sumarse a esta tendencia, aunque en muchos casos, sin el capital humano adecuado y competencias suficientes para dar el salto.

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Lo anterior derivó en la creación de un reglamento por parte del Ministerio de Economía, con el objetivo de otorgar mejor información a los consumidores que adquieren productos o servicios a través de canales electrónicos. Sin embargo, para avanzar de manera decisiva y considerando reglas del juego claras y equitativas, debemos generar un marco regulatorio que permita cumplir con la norma, tal como si de ventas físicas se tratara.

El derecho a retracto, la aplicación de garantías y apego en materia de cumplimiento de etiquetado de productos, entre otros temas, deben ser igualitarios a la hora de elegir un producto, ya sea mediante el comercio físico o a través de una venta online.

La evolución de las plataformas debe ser un incentivo para avanzar en el reconocimiento de los derechos de los consumidores y no a la inversa. Esto, ya que, si los medios tecnológicos evolucionan, también deben hacerlo los parámetros con que otorgamos protección a quienes eligen una marca o una compañía, fortaleciendo los niveles de confianza y otorgando certezas a las partes.

Es en ese sentido que vemos con preocupación que ciertos marketplaces que funcionan como intermediarios entre tiendas virtuales y clientes, podrían no estar atendiendo a estos fundamentos, al desentenderse del proceso de ventas que operan en sus plataformas. Por lo mismo, tenemos una oportunidad sin precedentes que nos permitirá avanzar y dar herramientas, principalmente a quienes gradual o forzosamente han debido sumarse a esta tendencia, posiblemente para subsistir, pero también con la finalidad de avanzar y hacer crecer sus negocios.

A la vez, es a partir de este contexto sin precedentes que vemos una oportunidad para combatir la informalidad del comercio, mejorar estándares de calidad y fortalecer la virtuosa relación existente entre consumidores más empoderados y exigentes con sus derechos, y un comercio que debe estar a la altura del desafío.

Prontamente se implementará una nueva ley en materia de protección de los derechos de los consumidores, que se debate en un tercer trámite constitucional en la Cámara de Diputados, el cual, entre otras cosas, extiende la garantía legal de tres a seis meses. Por esa razón, seguir el pulso de esta norma y fortalecer el marco con que muchas plataformas de comercio electrónico orientan su trabajo, es clave para así lograr que PYMES y empresas emergentes tengan los incentivos suficientes a la hora de digitalizar sus procesos y competir de manera equilibrada.

Debemos atender este proceso de cambio emparejando la cancha y no profundizando brechas, especialmente para avanzar como país, de manera decidida y unitaria, frente a una pandemia aún presente, pero apuntando especialmente a un proceso de cambio que llegó para quedarse.

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