Editorial

40 horas: la discusión que falta

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os cambios a la jornada laboral son, desde luego, algo que se puede discutir. Sin embargo, ella se ha abordado en el Congreso con una ligereza que no se hace cargo del real impacto en el empleo y en la economía que, inevitablemente, va asociado a una medida de este tipo.

El solo hecho de que la propuesta legislativa original de 40 horas consista de un único artículo, sin estudios técnicos que la respalden y sin siquiera mencionar aspectos básicos como la productividad o los salarios, da cuenta de una iniciativa que no ha sido adecuadamente analizada; que su trámite en la comisión de Trabajo usara un mecanismo especial para ignorar la urgencia de otros proyectos sobre la materia, que se diera a pesar de la reserva de constitucionalidad del oficialismo, y que no se escucharan las opiniones de gremios y trabajadores antes de su aprobación, resulta preocupante para la calidad del debate democrático.

Parece razonable, por ende, que diversos actores pongan ahora el acento en realizar los estudios que faltan y en sopesar una amplia y variada gama de opiniones. Es indispensable que una discusión de esta naturaleza se desarrolle sobre la base de argumentos y datos, no a partir de la simplificación de problemas complejos y del voluntarismo político. Aunque no participa en este debate, el Banco Central no pudo dejar de considerarlo al entregar esta semana su IPoM de septiembre, señalando la importancia de sopesar sus potenciales implicancias para la economía, y recordando que la vez anterior que se redujo la jornada laboral —en 2005, de 48 a 45 horas—, el escenario era muy distinto, con un PIB potencial de 5% versus el actual de 3%, más aun considerando hoy costos laborales adicionales como la sala cuna universal y la reforma de pensiones.

El llamado al realismo del instituto emisor es tan oportuno como elocuente: “En la discusión de reformas, programas e iniciativas en distintos ámbitos, es importante reconocer que estas no se darán en un contexto de prosperidad ilimitada, sino en un período con muchos riesgos”.

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