Editorial

Anuncios en Educación Superior

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Mucho se ha comentado de la vaguedad de los anuncios de la Presidenta en su reciente mensaje. La ausencia de definiciones concretas acerca del "proceso constituyente" o cómo se planea generar confianza en pro de una reactivación económica no pasaron desapercibidos.


Sin embargo, en materia de educación superior sí se realizó un gran anuncio tangible: "(...) gratuidad para el 70% de los estudiantes más vulnerables de Chile al fin de mi periodo, (y) a partir de 2016 aseguraremos que el 60% más vulnerable que asista a Centros de Formación Técnica (CFT), Institutos Profesionales(IP) acreditados y sin fines de lucro, o a universidades del Consejo de Rectores (CRUCh), accedan a la gratuidad completa y efectiva, sin beca ni crédito".


Esto es una –muy bienvenida- muestra de realismo, pues deja en claro que la gratuidad no es respecto del 100% de los estudiantes, lo que resulta regresivo y prohibitivamente oneroso. Así, no se propone avanzar para llegar a más gente de la que hoy ya recibe ayuda, sino que entregarles un apoyo más completo a estas mismas, quienes hoy se ven enfrentadas a dificultades como la diferencia entre el arancel verdadero y el de referencia. El gran problema es la manifiesta discriminación, sin mayor justificación, por tipo de institución. Al considerar solo universidades del CRUCh se deja fuera a miles de estudiantes -incluyendo los más vulnerables-, que en su mayoría asisten a universidades "no tradicionales". Algo similar ocurre con los CFT, pues si bien algunas grandes instituciones no tienen fines de lucro por lo que sus estudiantes podrían acogerse, 200 mil estudiantes –de escasos recursos- que asisten a otros centros serían segregados.

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