Apreciación del dólar: desafío para los emergentes

omo ha ocurrido en el pasado, el mix de política fiscal y monetaria en Estados Unidos —que se suma al manejo político impredecible del Presidente Trump— está haciendo temblar a los mercados emergentes, especialmente a los más dependientes del financiamiento externo, como Turquía y Argentina.

La combinación de una política fiscal muy expansiva en Estados Unidos y un contexto de pleno empleo han generado un aumento de las tasas de interés en dólares y una apreciación de esta moneda. Los temores de una acentuación de la guerra comercial apuntalan también al dólar, lo que paradójicamente daña la competitividad norteamericana, haciendo aun más difícil el objetivo de ese gobierno de reducir el déficit comercial.

Contrariamente a lo que parece pensar el Presidente Trump, no se trata de que China deprecie su moneda, sino de que las políticas de EEUU aprecian al dólar. Es interesante constatar que esta importante apreciación se ha dado con aumentos moderados de tasas en esa moneda. Durante lo que va del año, la tasa de política de la Reserva Federal ha subido medio punto, y las tasas de largo plazo algo menos de eso. Pero a pesar de esos movimientos —no sólo moderados, sino también esperados—, algunos mercados emergentes enfrentan situaciones preocupantes. La lira turca se ha depreciado un 85% este año, y el peso argentino, más de un 60%, lo que inevitablemente resulta en una contracción de la actividad económica. En el primer caso, además, la situación se ve agravada por el complejo contexto político y las sanciones impuestas al país por la Casa Blanca.

Un año que se inició con inmejorables expectativas macroeconómicas ha devenido en un escenario bastante incierto. En lo único en que parece haber consenso es que las mejores cifras de actividad que el año pasado se anticipaban para el mundo, no parecen sostenibles. Este es un escenario preocupante para Chile, que sólo en los últimos meses había logrado subirse al carro del mayor dinamismo mundial.