Editorial

Cambios, no un giro radical

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La fuerte irrupción de candidatos independientes y mujeres en la elección para la Convención Constitucional ha motivado dos conclusiones que se repiten en casi todos los análisis: la primera es que el resultado es un castigo a los partidos y a la clase política tradicional; la segunda es que la composición de la asamblea representa “al Chile real” o “al país que somos”.

Mientras que lo primero es bastante claro, lo segundo es más discutible, pues queda por ver en qué medida el cuerpo elegido por un 43% de los votantes es, efectivamente, representativo del conjunto de la sociedad chilena.

Visto así, que parte importante de los convencionales electos se manifieste partidaria de cambios radicales en materia de organización económica y política, por ejemplo, no debe entenderse, necesariamente, como reflejo de anhelos mayoritariamente compartidos por los chilenos. Por cierto que ello no resta ninguna legitimidad a las decisiones que eventualmente surjan de ese cuerpo, pero sí es una invitación a que sus miembros aborden su misión con la perspectiva y moderación que serán indispensables para un diálogo fructífero entre todos ellos.

Una reciente encuesta Feedback refuerza esa invitación. Según ese sondeo, el 51% de los chilenos estima que “la mayoría de las cosas en el país deben cambiar, pero se requiere de tiempo para realizar un proceso ordenado y estable”, en tanto el 31% cree que “solo algunas cosas en el país deben cambiar para resolver los problemas económicos y sociales que sean más urgentes”. Esto es una clara mayoría moderada versus el 17% que aspira a “un cambio radical en el país en el menor plazo posible”. En lo económico, únicamente el 19% favorece “un modelo estatal con fuerte presencia y regulación de la actividad económica, que controle el lucro excesivo de los privados”.

Desde luego, esta encuesta no pretende ser una “radiografía” del país, pero sí entrega elementos que sugieren que el entendible anhelo de cambios está temperado por una dosis de realismo y paciencia. Es bueno tenerlo en cuenta.

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