Editorial

Comercio ilegal en Santiago

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uestra edición de ayer incluyó un reportaje sobre la preocupante y explosiva alza del comercio informal en el centro de Santiago, una situación en la que se mezclan los efectos del estallido violento del 18-0 y de la posterior pandemia, con algunas discutibles decisiones por parte de la autoridad municipal.

Así, un recorrido por el centro de la capital revela no sólo veredas y bulevares virtualmente "tomados" por vendedores ambulantes -empeorando un estado de cosas anterior a la crisis, por cierto-, sino también un creciente número de comercios establecidos ya cerrados o a punto de estarlo, incapaces de superar el doble desafío de los pasivos acumulados en los últimos dos años y de la competencia desleal instalada frente a sus propias puertas.

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A septiembre pasado Carabineros registraba un aumento de 129% en casos de comercio ambulante sin permiso municipal respecto de igual fecha el año pasado. Una cifra que resulta difícil no correlacionar con los 54 millones de dólares en productos falsificados incautados a ese mismo mes. Y en una encuesta de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), un 47,3% de los locatarios denunció comercio ilegal delante de sus negocios.

Que la Municipalidad de Santiago anunciara hace unos meses que otorgaría más de mil patentes provisorias para vendedores ambulantes equivale a consagrar la ilegalidad como política social. Junto con asestar un golpe severo -a veces mortal- al comercio legal que paga patentes, impuestos y cotizaciones, es una invitación a agravar el problema, nunca a solucionarlo. El costo inmediato para el comercio de la comuna y la calidad de vida de sus habitantes es evidente, pero sin duda también lo será muy pronto para las propias arcas del municipio, con el riesgo de que sus finanzas entren en una espiral descendente que tendrá escaso margen para evitar, si es que alguno.

Sin olvidar la necesidad de restaurar el orden y hacer cumplir la ley, y dada la magnitud que ha adquirido el problema, la solución será compleja, pero sin duda no pasa por entregarle más incentivos al comercio ambulante.

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