Editorial

Confianza: el costo de la colusión

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La Fiscalía Nacional Económica (FNE) ha acusado a cuatro de las principales empresas productoras de alimentos para la industria salmonera, presentando un recurso ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), de haber mantenido un acuerdo para fijar los precios al menos entre los años 2003 y 2015. De haber existido dicha colusión, su impacto no puede sino haber sido relevante: las cuatro proveedoras acusadas suplen el 95% de la demanda de alimento para salmón, y para las empresas salmoneras, dicho insumo representa el 50% de los costos totales de producción.

En consecuencia, como dijo ayer el ministro de Economía, dicha empresas “fueron menos competitivas, las condiciones de sus trabajadores quizá no fueron tan buenas y los salmones que nosotros comemos fueron más caros”.

Si bien no cabe presumir de antemano una culpabilidad que aún no está demostrada y que, por ahora, se limita a una acusación de la FNE, el principal gremio del sector salmonero decidió suspender a las compañías acusadas. Ello no sólo parece prudente, sino también consecuente con la promoción de nuevos estándares de exigencia de parte de todo el mundo empresarial, que entiende que hoy la conducta ética de las empresas figura entre la demandas ciudadanas, especialmente en el actual contexto de crisis social.

Que el caso se haya conocido gracias al uso de la “delación compensada”, dando lugar a una investigación de tres años, es una señal positiva en términos del fortalecimiento institucional en este ámbito. Por otro lado, si bien la eventual responsabilidad no podría ser castigada penalmente —pues los hechos denunciados serían anteriores a la reforma de 2016—, la multa combinada cercana a los US$ 70 millones que pide la FNE es coherente con su estimado de la gravedad de la eventual falta.

Posibles conductas como las señaladas no sólo tienen costos económicos para el mercado y los consumidores, sino que socavan la idea de un mercado libre en el cual los actores efectivamente compiten. Ese daño no se resarce con ninguna multa.

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