Crecimiento y estándar de vida

En momentos en que el país se apresta a completar un tercer año creciendo a tasas cercanas al 2% y en que todo indica que en 2017 enterará un nuevo año de mal desempeño, claramente por debajo de su potencial, el vicepresidente del Banco Central, en entrevista con este medio, hizo un llamado de atención de la mayor significación. El economista expresó su preocupación con el hecho de que no se esté valorando adecuadamente en el país que crecer poco está impidiendo a importantes segmentos de chilenos disponer de mejores estándares de vida.

No faltará quien diga que la advertencia resulta obvia, pero a juzgar por la dinámica de los últimos meses, no parece obvia, sino que extremadamente necesaria, ya que salvo formar parte del repertorio de buenas intenciones, el crecimiento no parece ser un tema de verdadera prioridad.

Salir del actual estancamiento económico pasa fundamentalmente por apuntalar las expectativas de los agentes económicos, consumidores y empresas, en donde hoy priman el temor a perder el empleo y la incertidumbre respecto de las reglas del juego para invertir. Así lo acreditan numerosas encuestas de expectativas y confianza, las que probablemente dan forma a uno de los más largos períodos de depresión en los estados de ánimo en el país.

Es fundamental que el crecimiento se instale con una real alta prioridad en la agenda, de modo de permitir que los chilenos sean más dueños de su destino y personas capaces de forjarse dignamente mejores estándares de vida con su esfuerzo, en lugar de privarlos de espacio de desarrollo, consecuencia inevitable de un país que no es capaz de salir del pantano del estancamiento.