EEUU: plan histórico de recorte de impuestos
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La administración de Donald Trump, tal y como se esperaba y había anticipado, dio a conocer ayer su propuesta de reforma fiscal, la que quedará instalada a modo de titular para los registros como el “mayor recorte de impuestos de la historia de Estados Unidos”.
En efecto, con una disminución de 20 puntos porcentuales, de 35% a 15%, para la tasa corporativa (que dejaría a la principal economía del orbe con la segunda menor tasa dentro de las naciones de la OCDE); un cobro único a los ingresos de las empresas en el extranjero de 10%; y una dramática reducción y simplificación de la estructura de tramos tributarios, que pasarán de siete a tres, las autoridades económicas norteamericanas encabezadas por el secretario del tesoro Steven Mnuchin, explicitaron que su proyecto es simplificar y carburar la aplicación del engranaje impositivo, apostando a que esta nueva lógica incentive una dinámica virtuosa de actividad y recaudación.
Desde ya se anticipa que la discusión de estas propuestas, que requieren de apoyos parlamentarios claves por sus implicancias fiscales, será trabada y tendrá una lectura probablemente cautelosa, ya que los efectos de la apuesta a corto y largo plazo pueden ser muy distintos.
Sin ir más lejos, los mercados optaron por la cautela como primera reacción, cuestión que probablemente es el efecto combinado de las dudas que imperan sobre la viabilidad política de la propuesta y de las aprensiones más que fundadas sobre las implicancias de largo plazo que unas medidas así de agresivas tendrían en las poco holgadas cuentas fiscales del coloso del norte, que por estos días justamente está bajo la amenaza de un nuevo shut down.
