Editorial

El desafío de fortalecer el crecimiento

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La expansión del PIB del período enero-marzo, de sólo 1,6% respecto al primer trimestre del año pasado, constituyó una sorpresa poco grata. Uno de los propósitos centrales del gobierno es aumentar la tasa de crecimiento de tendencia en al menos un punto porcentual, es decir, lograr resultados en torno a 4%, pero este mal resultado pone en serias dudas la meta oficial para este año, establecida en 3,5%.

Sin duda existen factores estacionales y externos que afectaron en forma negativa las exportaciones, que cayeron un 1,8% respecto a igual período del año 2018, y que también implicaron menores cifras para la demanda interna, tanto para el consumo privado como la inversión. Esto hace pensar que efectivamente veremos mejores resultados en los próximos trimestres, en función de que no se sigan profundizando las tensiones entre Estados Unidos y China.

Sin embargo, sigue estando en cuestionamiento el objetivo del gobierno en relación al crecimiento de tendencia, ya que la meta no parece fácil. El país tiene un problema serio de productividad, que se prolonga ya por dos décadas, y que durante el período 2003-2012 dejó de ser evidente producto del boom de commodities. Con un diagnóstico errado de lo que era la realidad del país, el gobierno anterior impulsó reformas que agravaron significativamente este problema estructural.

Lamentablemente, hay indicios de que a nivel político aún no existe un diagnóstico claro y generalizado sobre cómo recuperar un comportamiento más dinámico de la productividad, a pesar del amplio consenso técnico que existe sobre la materia. Corregir este problema estructural es complejo, pues no sólo se requieren reformas sobre las cuales no se han logrado los consensos políticos —tributaria y laboral entre las más importantes—, sino también demanda un cambio del discurso político generalizado. El progreso futuro se ve complicado en un entorno de opinión pública centrado en los derechos, pero que mira muy poco los deberes. Finalmente, el crecimiento económico requiere del esfuerzo y creatividad de todos los actores, y de una apreciación realista del entorno en que se desenvuelven.

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