Editorial

El mensaje de Trump para la región

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Las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, que en las últimas semanas han implementado aranceles aduaneros a sus respectivas importaciones, amenazan con sacudir a la economía mundial. Así lo advirtió Nouriel Roubini, el economista conocido por anticipar la crisis global de 2008, y que ahora cree que un recrudecimiento del conflicto podría desatar una guerra comercial a gran escala.

Esto refleja en parte la compleja realidad del comercio mundial, que se asemeja más a la dinámica de flujos que a la lógica económica tradicional. Luego de que Washington aplicara impuestos a las importaciones de acero chino, por ejemplo, Francia y Alemania tomaron medidas para proteger a las siderúrgicas locales, anticipándose a un posible desvío masivo de embarques hacia sus mercados.

Pero las repercusiones globales podrían ser incluso más directas. El presidente Trump participará esta semana en la Cumbre de las Américas que se celebrará en Lima. Fuentes de la Casa Blanca informaron a las autoridades peruanas que el mandatario llegará con un mensaje de amistad, buscando un acercamiento con las economías latinoamericanas. Algunos más suspicaces, sin embargo, temen que Trump podría buscar presionar a los gobiernos regionales para que tomen partido entre China y EEUU.

En Chile, las autoridades han advertido que en una guerra comercial nunca hay ganadores y se han mantenido en una expectante neutralidad. Pero este mensaje podría no ser del agrado del mandatario, que está reponiendo una lógica de Guerra Fría en la política exterior de Washington. Las pequeñas economías como Chile podrían tener mucho que perder si quedan atrapadas en el fuego cruzado.

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