Editorial

El mensaje que entregan las cifras

  • T+
  • T-

Compartir

Inesperadamente bajo, más allá del más pesimista de los pronósticos, resultó el dato mensual de actividad correspondiente a mayo, el que según reportó el Banco Central fue de sólo 0,8%. Desde el ángulo que se analice, tanto desde la perspectiva de las estimaciones de los expertos como en términos de la tendencia que marca, el último Imacec constituye un balde de agua fría para quienes desde hace meses esperan los llamados brotes verdes o lo que el anterior ministro de Hacienda denominaba el punto de inflexión.

Especialmente preocupante resulta la cifra del quinto mes del año, si se tiene a la vista que tanto las autoridades fiscales como monetarias llevan varios meses ejecutando acciones para estimular la deprimida actividad, medidas que se han expresado en una aceleración y reforzamiento del gasto fiscal y una política monetaria claramente expansiva, al punto que el grueso de los expertos estima que ambas ya están virtualmente agotadas como recurso.

El cuadro conformado ha encendido luces de alerta a todo nivel, sobre todo porque nada permite avizorar un cambio relevante en la situación de virtual estancamiento, más aún dadas las últimas cifras de formación bruta de capital fijo, que dan cuenta de la inexistencia de proyectos relevantes de nueva inversión. A ello se suma el que todos los índices que miden expectativas y confianza de agentes económicos (empresas y consumidores) hablan de una nítida depresión de los estados de ánimo, en donde el clima político y las reformas han adquirido una relevancia creciente dentro de la explicación. Así, todo apunta a que cada vez son más urgentes señales de parte de la autoridad que reparen la confianza y despejen la incertidumbre.

Lo más leído