Editorial

El regreso de las promesas populistas

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Tras ser derrotados en Francia, Alemania y Holanda, en el último año, parecía que el ascenso de los movimientos populistas había sido contenido, pero estas fuerzas están haciendo ahora un regreso estelar, nada menos que en Italia, la tercera economía de la zona euro y parte del corazón de la región.

Es fácil quedarse en la caricatura, desestimando a estos grupos solo como charlatanes dispuestos a ofrecer cualquier cosa por un voto, pero no se deben subestimar los riesgos. Los movimientos nacionalistas en Italia buscan sacar al país del euro, un escenario que probablemente llevaría al fin del bloque, aunque eso todavía parece muy improbable, al menos en el mediano plazo.

Sin embargo, hay otras amenazas igualmente serias, y más inminentes. Sus promesas de implementar un impuesto plano de 23%, rebajar la edad de jubilación y establecer un ingreso garantizado para los más pobres, pueden dar un impulso a la economía en lo inmediato. Pero con un costo de hasta 85 mil millones de euros al año, propinarían un golpe mortal al balance fiscal de Italia, cuya deuda ya asciende a 130% del PIB, la segunda más alta de la región, después de Grecia.

En un sistema parlamentario tan fragmentado como el italiano, incluso si estos grupos logran conformar gobierno, nada asegura que la alianza se consolide y logre sacar adelante propuestas que serán polémicas. Pero la incertidumbre política puede impactar en la economía de todo el bloque, que ya está dando señales de debilidad. Italia es un duro recordatorio de los riesgos que estos movimientos representan para el mundo y la responsabilidad de los partidos tradicionales de atender las justas demandas de sus votantes de manera prudente, pero también urgente.

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