Editorial

Electricidad en la ruta

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Imagen foto_00000003uestro suplemento de ayer sobre el avance y las perspectivas de la electromovilidad en Chile es otra muestra de la preocupación de este diario por los cambios tecnológicos que revolucionarán nuestras vidas en las próximas décadas, a través de sus profundos impactos económicos, políticos y socioculturales.

El progreso de la tecnología, la inversión y el mercado han hecho que los vehículos eléctricos se hayan vuelto una industria no sólo viable, sino muy prometedora. El transporte basado en energía eléctrica hace sentido por razones prácticas y altruistas, económicas y ecológicas, incluso políticas y sociales. El rubro ha alcanzado un nivel de madurez en el cual ya puede considerársele una alternativa creíble, y hasta probable, al uso de combustibles fósiles para una amplia variedad de medios de transporte en un futuro cercano. Dado que el horizonte de estos combustibles es finito —aunque aún lejano—, y que su uso tiene las externalidades negativas que todos conocen, considerar sustitutos es toda lógica, y mientras antes mejor.

Por eso es bueno que Chile ya posea una Estrategia Nacional de Electromovilidad, y que se haya planteado metas ambiciosas como alcanzar un 100% de electromovilidad en el transporte público al año 2050 (y un 40% del parque automotor total). Cumplirlas supondrá superar obstáculos regulatorios y enfrentar grupos de interés, entre otros aspectos complejos; también requerirá importantes transformaciones en infraestructura, empezando por el paso de una red de bencineras a una de cargadores eléctricos, públicos y privados. Todo lo cual necesitará recursos humanos capacitados en nuevas formas de trabajo.

Se trata, desde luego, de un sector incipiente. Pero los vehículos eléctricos que circulan en Chile, aunque sólo unos pocos centenares por el momento, se han venido duplicando en número anualmente en los últimos tres años, un ritmo de crecimiento alentador. Y ya existen empresas chilenas invirtiendo en esto con visión de futuro. Chile avanza despacio, pero acelerando, por la ruta eléctrica.

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