En Perú, despejar la incertidumbre

ace algo más de una semana, tras la reñida elección de segunda vuelta en Perú, este diario sostuvo que el primer desafío del ganador, fuera quien fuera, sería la gobernabilidad, pues la crisis política que atraviesa ese país antecede a la contienda presidencial entre Keiko Fujimori y Pedro Castillo.

Si bien resta conocer el anuncio oficial del órgano electoral peruano, y existen reclamos de posible fraude aún no resueltos, hasta ahora Castillo -quien ya se autoproclamó vencedor- se estaría quedando con la Presidencia por una diferencia de menos de 50 mil votos. De ser así, parece desde ya enfrentar un desafío incluso anterior a la gobernabilidad, que consiste en despejar la incertidumbre en torno a los reales ejes de su eventual gestión de gobierno.

Dicha incertidumbre se origina tanto en el liderazgo y las ideas políticas del propio Castillo -a primera vista más enraizadas en el mundo popular y conservador que en la izquierda-, como en el evidente giro moderado que adoptó en su campaña de balotaje. Esta fue muy distinta al discurso radical y populista de la primera vuelta, que había preocupado a inversionistas y mercados. Que pocos días antes de la votación se emitiera un comunicado aclarando que “no hemos considerado en nuestro plan económico estatizaciones, expropiaciones, confiscaciones de ahorros, controles de cambios, controles de precios o prohibición de importaciones”, da una medida de la inquietud respecto del programa económico.

Un tercer motivo de incertidumbre es la plataforma política que apoyó la candidatura de Castillo, Perú Libre, fundada y liderada por otras figuras -ellas sí vinculadas ideológicamente a la izquierda radical-, cuya agenda en el Congreso donde serán la primera mayoría despierta más interrogantes que certezas.

Como han hecho ver analistas, dar a conocer al equipo económico que acompañará al futuro Mandatario podría contribuir en forma importante a reducir la incertidumbre y la desconfianza, y comenzar a sentar las bases para la gobernabilidad indispensable en medio de la crisis económica y la pandemia.