Editorial

Envejecimiento de Chile: la discusión ausente

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Chile envejece: se duplican los trabajadores mayores de 65 años en casi una década”, se titulaba un reportaje en nuestra edición de ayer. Más aun, el grupo más nutrido del mercado laboral chileno —23% de los trabajadores ocupados, o 1,9 millón— hoy lo integran personas de entre 55 y 64 años. Sólo el año pasado, permanecieron en el mercado del trabajo 720 mil personas en edad de jubilar.

Esas cifras crecen a altas tasas y dan cuenta de una transición demográfica tan inevitable como poco abordada por nuestras políticas públicas. Al menos no lo ha sido con el sentido de urgencia que demanda un fenómeno de esta magnitud y celeridad, que no sólo traerá cambios profundos en el mundo del trabajo y en la economía, sino que también tendrá un correlato social y político. Lo que hay son incipientes esfuerzos en programas de diverso tipo dirigidos al adulto mayor (como el del Sence para fomentar la contratación), o en iniciativas legales como la que busca asegurar el respeto de los derechos laborales de la tercera edad.

Son sin duda valiosas; sin embargo, tal vez un enfoque más estructural (y productivo) de este cambio demográfico sería evitar una lógica de “grupo objetivo” que puede ser muy útil para focalizar las políticas públicas en ámbitos específicos (como la niñez vulnerable o la extrema pobreza), pero tal vez poco adecuada para abordar un fenómeno con tantas aristas y repercusiones como el envejecimiento de la población. La óptica y el discurso de “la tercera edad” parecen insuficientes (y algo simplistas) cuando ese grupo crece tan aceleradamente: en 30 años más, uno de cada tres chilenos será adulto mayor, y ya actualmente la edad promedio de los trabajadores ronda los 44 años, según la Cámara de Comercio de Santiago.

Esta no es una dimensión que sobresalga en la discusión nacional sobre pensiones, trabajo, salud, educación, impuestos y varias más en las que parece una omisión inexplicable. Más valdría incorporarla cuando aún se trata de un desafío, antes de que se convierta en crisis.

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