Editorial

Evolución de la política monetaria

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En línea con las expectativas de operadores financieros y especialistas que consulta regularmente, el Banco Central resolvió al cierre de la semana hábil pasada mantener la tasa de interés de referencia de la economía en niveles de 4%. La determinación también estuvo en línea con la recomendación realizada por el Grupo de Política Monetaria (GPM), aunque sin unanimidad, ya que uno de sus cinco integrantes se mostró a favor de llevar la tasa a 3,75%.

Aunque hacia tres meses y a fin de año el consenso de mercado apunta a que la tasa de interés de referencia bajará entre un cuarto y medio punto porcentual, en la actual coyuntura mantener un compás de espera se estimó prudente, dado lo que han sido los últimos datos puntuales de precios y lo que se cree será el ciclo de actividad a medida que progrese el año.

Se trata de una decisión, por lo demás, consistente con lo esbozado por el propio instituto emisor en su último Informe de Política Monetaria (IPoM), dado a conocer a fines de marzo. En él, si bien se revisó a la baja la estimación de crecimiento para el año 2014, se infiere que la actividad irá de menos a más a lo largo del año. Y en materia de inflación, no obstante elevarse el pronóstico para el cierre de año desde un 2,5% previsto en diciembre a un 3%, este último dato se sitúa al centro del rango de inflación tolerable por el manejo monetario.

Esta pausa, tras el recorte de 100 puntos base ejecutado en el lapso de poco más de medio año, permitirá al Central observar cómo se sigue comportando la inversión, variable muy fría en el último tiempo y clave para lo que pueda ocurrir con la actividad en el mediano plazo.

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