Expectativas y realidad
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En un seminario organizado por el Centro de Estudios Financieros del ESE Business School, dos importantes exautoridades económicas de nuestro país, Rodrigo Vergara y Rodrigo Valdés, coincidieron en señalar los riesgos que provienen de las altas expectativas generadas por el cambio de gobierno.
En efecto, los indicadores de confianza han mostrado un repunte bastante inédito, que es acompañado, en menor grado, por mejores cifras de actividad en la coyuntura. Sin embargo, ambos economistas concordaron en que esta recuperación de la actividad tiene un componente principalmente cíclico, y que no están dadas las condiciones para que los datos de crecimiento que veremos en los próximos meses sean sostenibles en el mediano plazo. De hecho, el primer trimestre de este año tendrá el impulso de una muy baja base de comparación, producto de la huelga en Minera Escondida hace un año atrás.
Esta situación puede terminar siendo más un problema que un alivio para el actual gobierno, ya que finalmente los resultados se evalúan comparando las expectativas con la realidad. Perspectivas demasiado favorables juegan en contra de la valoración final. En ese sentido, y en palabras de Vergara, “el gran riesgo es que la recuperación nos lleve a la autocomplacencia”. Esto porque para mantener tasas de crecimiento de 4% hacia adelante, la recuperación cíclica es claramente insuficiente. La clave es que el gobierno logre los acuerdos para acometer las reformas que el país requiere. La actitud fuertemente crítica de la oposición frente a algunas de las primeras medidas del gobierno evidencia la dificultad de esta tarea. Habrá que “remar en contra de la corriente”.
