Editorial

Guante, Sence y la importancia de adaptarse

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Imagen foto_00000001on noticias no vinculadas entre sí, pero ambas indudablemente reflejan algunos de los desafíos que Chile ya está enfrentando a resultas de la cuarta revolución industrial.

Por un lado, el cierre de la fábrica de calzado Guante, que dejará sin fuente laboral a casi 300 trabajadores, obedece a las presiones de una economía globalizada en la que Chile no cuenta con ventajas competitivas para la fabricación de zapatos, frente a vecinos como Perú y Brasil, pero también frente a productores asiáticos capaces de generar grandes volúmenes a bajos precios. Así, la empresa deberá reinventar su operación en torno al e-commerce y la omnicanalidad, como también deberán reinventarse sus trabajadores en una industria con menos espacios de producción nacional.

Por otro lado, el anuncio de que se reformará sustancialmente el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) es, también, un reflejo de tiempos más desafiantes para las empresas y trabajadores chilenos de cualquier rubro. Como dijo anteayer el Presidente Piñera, “el Sence que tenemos hoy día se creó el año 1976 y ya no responde a las actuales necesidades”.

El Estado cumple un importante rol en este ámbito, y por eso cabe aplaudir medidas como el nuevo copago de las empresas en los cursos de capacitación, lo que debiera funcionar como incentivo a la calidad y eficacia de los mismos en términos de mejorar la productividad y empleabilidad de los participantes. También es una muy buena señal que la franquicia tributaria del Sence se extienda a personas desempleadas o que trabajen en pymes, pues cualquier esfuerzo de capacitación debe ser lo más inclusivo posible si busca adecuarse a las realidades del cambiante mundo del trabajo.

Tanto el cierre de la fábrica de Guante como los cambios al Sence demuestran conciencia sobre la necesidad de adaptarse a nuevos tiempos económicos, lo que implicará desafíos tanto para empresas y trabajadores, como para el Estado. De ello dependerá en gran medida que la disrupción tecnológica sea sobre todo una fuente de oportunidades y no de problemas.

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