Editorial

Indulto o amnistía, sigue la impunidad

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n la tramitación del proyecto de indulto para los detenidos por hechos violentos en el 18-O, que hoy proseguirá en la comisión de Constitución del Senado, se ha aceptado la indicación de uno de sus miembros en torno a cambiar la figura legal por la de una amnistía. En esencia, allí donde el indulto busca eliminar la condena por la comisión de un delito, la amnistía borra el delito en sí, del que no quedan antecedentes.

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En la práctica, el cambio parece ampliar el manto de impunidad que implica esta iniciativa para una larga lista de delitos, algunos de ellos muy graves, cometidos en el marco de esas lamentables semanas de violencia a fines de 2019. Por una parte, hasta ahora la discusión parlamentaria no precisa cuáles son exactamente los delitos a indultar o amnistiar -obviando que incluye una extensa variedad de hechos graves-, ni a quienes aplicaría (por ejemplo, si incluye a personal de Carabineros); por otro lado, tampoco se hace cargo de la suerte de las víctimas (en justicia o reparación).

Al respecto, el gobierno acierta cuando llama a recordar "a las carabineras que le(s) quemaron la cara, a esos locales comerciales que los saquearon y destruyeron, a los chilenos que utilizaban el transporte público, a los usuarios del Metro". La falaz y peligrosa asimilación de esos hechos con formas aceptables de protesta social o expresión política termina legitimándolos e, inevitablemente, facilitando que se repitan.

Como recordó el lunes un columnista en estas páginas, el actual Presidente electo, durante la campaña de segunda vuelta, aseveró en redes sociales que "no se puede indultar a una persona que quemó una iglesia, una PYME o saqueó un supermercado". Que tras su victoria solicitara a los senadores "que esto se resuelva en el mes de enero, no puede seguir esperando", expresa una condena significativamente menos directa y enfática, y despierta entendibles dudas respecto de lo que hará el nuevo gobierno en esta materia.

Más allá de vagos llamados "a abrir un diálogo que sea amplio para que esto no se trate ni de vencedores contra vencidos", se trata de aplicar la ley y proteger a las víctimas.

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