Editorial

Inesperada variación del IPC de septiembre

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El Instituto Nacional de Estadísticas dio a conocer el viernes pasado el IPC para el noveno mes del año, el cual registró una variación respecto a agosto de solo 0,2%. Esto, sin duda, fue una sorpresa, considerando la estacionalidad que caracteriza septiembre, situándose así bastante por debajo de las expectativas del mercado recogidas en las últimas encuestas, que adelantaban una variación más elevada en torno a 0,5% - 0,6%. Con esto, la variación interanual se sitúa ya casi en el centro del rango de tolerancia del BC con un 3,1% de variación.

En general, la convergencia hacia el centro del rango meta continúa de manera algo más acelerada de lo que se había anticipado. De hecho, los indicadores subyacentes, aquellos que excluyen los productos más volátiles –como alimentos y energía- y que por lo general tienden a entregar una idea más clara del comportamiento de tendencia, también se moderan bastante, en línea con esta economía poco dinámica y un mercado laboral que, más allá del último resultado para la tasa de desempleo conocido este mes, definitivamente muestra un creciente deterioro.

Si en un comienzo la menor inflación parecía más bien responder exclusivamente a la apreciación del peso, reflejada en un sector transable que en 1 año acumula una variación de 2,3%, hoy ya parece más claro que el sector no transable (y en general de servicios) estaría contribuyendo, y si bien en 12 meses su variación es aún de 4,1%, mes a mes este resultado disminuye. Un resultado absolutamente consistente y esperable para una economía que ya lleva prácticamente tres años desempeñándose por debajo de su potencial.

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