Irresponsable ataque a las rentas vitalicias

uesta imaginar una advertencia más clara y severa que la emitida por la Comisión para el Mercado Financiero respecto de un eventual segundo anticipo de rentas vitalicias, que esta semana discute el Senado: "El mayor escenario de riesgo que el sistema financiero haya enfrentado en los últimos 35 años".

Las proyecciones del regulador llaman a la sobriedad: en el peor de los casos, hasta nueve de las 15 empresas aseguradoras podrían caer en la insolvencia, con pérdidas de entre 30% y 60% de su patrimonio, quedando por debajo del monto mínimo de capital regulatorio. La semana pasada el propio gremio anticipó que cerca de la mitad de las compañías de seguros de vida podrían ser insolventes si se aprueba la medida.

El Consejo de Estabilidad Financiera (Hacienda, CMF, Banco Central y Superintendencia de Pensiones) ha advertido igualmente sobre "riesgos adicionales y potencialmente graves para la estabilidad financiera" si se aprueba un nuevo adelanto para los pensionados de rentas vitalicias. Riesgos que también incluyen "un severo daño a la confianza de la institucionalidad chilena, impactando sobre la inversión extranjera y contraviniendo Tratados de Libre Comercio firmados por Chile", como recordó ayer la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio, donde están representadas algunas grandes compañías de seguros de vida de EEUU que operan en nuestro país.

Los argumentos para defender este adelanto como una ayuda de emergencia ante la pandemia -como también el cuarto retiro de ahorros de las AFP- pierden fuerza ante la masiva inyección de recursos fiscales (sumada a los tres retiros previsionales anteriores), y ante la recuperación del consumo y el empleo. Siguen siendo, no obstante, consignas electoralmente funcionales ad portas de una campaña, como parecen apostar muchos de sus impulsores en el Congreso.

Esta disposición legislativa a ignorar tanto el juicio experto como la evidencia empírica -también muy notoria, por desgracia, en otras discusiones- bien podría convertirse a futuro en el peor legado de esta pandemia.