La empresa: espacio de confianza y colaboración
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Si bien se trata de un mal extendido más allá de nuestras fronteras y del cual hoy por hoy prácticamente ninguna institución está libre, la desconfianza imperante a nivel social ha adquirido dimensiones desproporcionadas y que no se condicen con los reales alcances de los problemas que dicen justificarla.
Un ejemplo de aquello es lo que ocurre con el mundo de la empresa, el que si bien indiscutiblemente cuenta con un ingrato repertorio de escándalos e infracciones a las reglas del juego del mercado (colusión, prácticas anticompetitivas e infracciones a las leyes de valores), exhibe bajos niveles de confianza en la última encuesta CEP que no guardan relación con la irredargüible contribución que la acción constructiva de la iniciativa privada ha realizado al crecimiento y el progreso de los chilenos.
Lo anterior queda en evidencia cuando a los mismos encuestados se les consulta su opinión y nivel de confianza de empresas con nombre y apellido, lo cual podría indicar que el sector privado enfrenta un problema reputacional que en parte importante se explica por una indignación alentada desde ciertos sectores con fines ideológicos y políticos.
La empresa privada debe tomar nota y conciencia del desafío que tiene por delante y adherir a los valiosos esfuerzos que desde la nueva dirigencia gremial empresarial se están haciendo para reparar confianzas, tender puentes con los demás actores de la sociedad y construir espacios de colaboración que consoliden la increíble contribución realizada por la iniciativa privada, en conjunto con buenas políticas públicas, y que tienen hoy al país como miembro del exclusivo club de la OCDE.
