La necesaria moderación fiscal de mediano plazo

n estos días la Dirección de Presupuestos dio a conocer las estimaciones fiscales de mediano plazo, consistentes con los nuevos parámetros estructurales estimados por los Comités de Expertos del PIB tendencial y del precio del cobre de largo plazo.

Los resultados de estas estimaciones son decepcionantes, y se traducen en espacios fiscales inexistentes para el período 2021–2024. El PIB de tendencia proyectado para ese cuatrienio se redujo de 2,9% a 2,1%, y el precio del cobre de largo plazo de US$ 2,86 a US$ 2,73 por libra. La necesidad de ir reduciendo el déficit fiscal luego de una cifra estimada en 8% del PIB para el año en curso, deberá congeniarse con un crecimiento del PIB muy modesto y un menor precio del cobre de largo plazo.

El fuerte ajuste a la baja que registró la estimación de crecimiento de tendencia es un aspecto clave, no sólo por el impacto negativo que tiene en los ingresos fiscales, sino también porque es ahí donde se deben poner los máximos esfuerzos institucionales y de política pública en pro de revertir la situación, dado que el precio del cobre no depende de condiciones internas.

En efecto, la caída de los parámetros estructurales significó que la proyección de ingresos fiscales para el período 2021-2024 se redujera en US$ 3.700 millones respecto a lo estimado en enero pasado, que ya consideraba el impacto negativo del estallido de violencia. Considerando que, además, durante el año en curso el gasto fiscal será bastante superior a lo que se estimaba hace cuatro meses, en los años siguientes deberá ajustarse en forma mucho más significativa que los ingresos, ya que en caso contrario el crecimiento de la deuda pública se hace insostenible. En efecto, de acuerdo con las estimaciones de Dipres, para ese cuatrienio la cifra de gastos compatible con la meta de ir reduciendo el déficit estructural cae en US$ 7.700 millones respecto de enero, más del doble de la disminución que mostrarán los ingresos.

Estas cifras muestran lo crucial que resulta aumentar el crecimiento de la economía, ya que en caso contrario parece imposible satisfacer las demandas sociales que se expresaron con mucha fuerza a partir de octubre pasado.