Editorial

Las empresas estatales y sus aportes

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l irse conociendo más detalles acerca de las partidas específicas que forman parte del proyecto de ley de presupuestos para 2021, uno de los temas que llama la atención es lo que se observa respecto de los aportes de las empresas estatales al erario.

Una lectura detallada de la partida Tesoro Público permite tomar nota de que los aportes de Codelco alcanzarán US$ 1.662 millones, monto que supera en 28% lo traspasado este año. Esta es una buena noticia y tiene su explicación en la proyección de un precio del cobre más alto en 2021, en línea con lo que se viene observando en los últimos meses. Pero esta cifra dista mucho de lo que esta empresa cuprífera aportaba a comienzos de la década anterior, con montos que bordeaban los US$ 6.000 millones.

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En el caso de las empresas portuarias y de BancoEstado, lo que se proyecta es una disminución algo superior al 50% respecto de lo contemplado para el año en curso. En el caso de los puertos, la caída se explicaría porque este año se les solicitó aportar la totalidad de las utilidades acumuladas, como parte del esfuerzo global que se hizo buscando allegar recursos para abordar la pandemia.

Mirando hacia adelante, las perspectivas son complejas. No solo los aportes de las empresas públicas que generan utilidades van a ser menores, sino que el bajo nivel de capitalización con que han quedado les dificultará poder financiar los proyectos requeridos para su modernización y adaptación, factores fundamentales para poder desempeñarse exitosamente en los tiempos que vienen. Y a este grupo de empresas habría que agregar aquellas que siguen registrando pérdidas importantes (como ocurre con Enap y TVN) y que a este ritmo van a terminar siendo una gravosa carga para el Fisco en un futuro cercano.

Por todo lo anterior, este es un momento en el cual debería retomarse la discusión acerca de la opción de capitalizar las empresas estatales que sean viables financieramente con recursos privados, accediendo así parcialmente a la propiedad y a la gestión. Lo que se necesita en los tiempos actuales es actuar con pragmatismo y sin anteojeras ideológicas.

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