Los reales desafíos del mercado del trabajo

En un reciente desayuno de Icare, además de las posiciones jurídicas respecto de la reforma laboral, fue posible escuchar la posición del mundo de la empresa, tanto desde el punto de vista de recursos humanos como desde los desafíos del cambio tecnológico. Resultó evidente de esas ponencias lo alejada que está la reforma de los desafíos actuales y futuros del mundo del trabajo. Y no sólo eso, en varios aspectos la nueva institucionalidad sería perjudicial y contradictoria.

Desde la mirada de recursos humanos, se analiza la empresa moderna como una comunidad de personas, que necesita confianza interna para generar productividad. La confianza requiere espacios de autorregulación, sustituyendo el control por la apropiación del propósito común. Bajo esta óptica, si bien la reforma pretende impulsar el equilibrio en la relación empleador - trabajador, no promueve la confianza ni la colaboración y no incorpora el concepto de flexibilidad ni de reconocimiento al mérito. Tampoco promueve la multifuncionalidad indispensable para la creatividad, el aprendizaje y la apropiación del sentido del trabajo.

Por otra parte, enfrentamos una revolución tecnológica, que conduce a la utilización creciente de inteligencia artificial, lo que impactará fuertemente al trabajo, tanto calificado como de menor calificación. Tendremos entonces un efecto destructivo de empleos, que tendrá que ser contrarrestado con un efecto creativo de puestos de trabajo basados en la nueva tecnología. Al encarecer la forma de trabajo tradicional, la reforma laboral acelera el efecto destructivo, pero no hace nada por favorecer el efecto creativo.