Mal encaminado perdonazo a deudores

n su esencia, el populismo consiste en decir y hacer lo que es popular ahora, aún a sabiendas de que las consecuencias más adelante pueden ser negativas, incluso nefastas. Así, en medio de una crisis económica severa como la actual, con muchas familias y empresas pasando duros trances, la idea de borrar sus deudas -el consabido “perdonazo”- resulta, comprensiblemente, muy atractiva.

Esa lógica populista es la que está detrás del proyecto que propone eliminar las obligaciones crediticias contraídas después del 18 de octubre de 2019 a la fecha (estallido violento y pandemia), prohibiendo que éstas se reporten a los bancos. De esa forma, se genera un vacío de información que, si bien alivia a esos deudores en el presente, al incluir tanto a buenos como malos pagadores terminará afectando las condiciones de crédito para todos ellos en el futuro. Esta ha sido la experiencia de otros “perdonazos” a deudores morosos en el pasado: se endurecieron los requisitos de acceso a los préstamos y aumentaron las tasas de interés.

Por otra parte, resulta paradójico poner el acento en perdonar la morosidad justamente cuando ésta se ha reducido, debido a los recursos provenientes de ayudas fiscales o de retiros previsionales adelantados, que en una proporción sustancial se han usado para reducir la carga de deuda. Esto, además de otras medidas privadas, como postergar los créditos hipotecarios o suspender el pago de servicios básicos.

Lo cierto es que la transparencia en la información es de la esencia misma del sistema financiero. Introducir deliberadamente un velo de opacidad sobre un extenso período sólo puede resultar en mayores costos y dificultades para acceder al crédito una vez que pase esta emergencia, que será precisamente cuando más se necesite disposición y confianza para extender préstamos a personas y empresas.

Sólo se conciben ganadores de corto plazo: los políticos que, en año electoral, logren convencer a más votantes de que esta es una buena idea, cuando decididamente no lo es.