Editorial

Necesarias señales de unidad empresarial

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A tres semanas de la fecha prevista para que tenga lugar el proceso electoral de consejeros y posterior definición de la mesa directiva de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), ayer se desencadenaron una serie de acontecimientos que han dejado en carrera a un solo candidato.

Si bien se trata de una situación que está todavía en desarrollo, no está demás subrayar a la luz de los últimos hechos y declaraciones la necesidad de que quienes forman parte de una entidad tan relevante y de referencia para el mundo gremial empresarial, como indiscutiblemente lo es Sofofa, hagan sus mejores esfuerzos por utilizar un lenguaje y emitir señales que convoquen a la unidad, cualquiera haya sido el nivel previsible de legítimas diferencias e inspiraciones que movilizaron las campañas.

Los retos que tienen por delante el país y la empresa privada como motor fundamental de crecimiento económico y de progreso para las personas, hacen más importante que nunca que las dinámicas internas del trabajo gremial y su proyección hacia una sociedad especialmente escrutadora, sean cuidados y constructivos y a la altura de los desafíos que tiene por delante la sociedad chilena.

Nuestro país ha vivido en los últimos años un período especialmente complejo en materia de clima social y político, en donde la desconfianza en las instituciones no ha sido menor, afectando el ambiente de negocios y la tracción de la economía. Se trata de un derrotero que de mantenerse sin cambios y sin que los protagonistas del devenir nacional sean proactivos sólo permite augurar resultados ingratos, cuyo precio terminan pagando en forma dolorosa los más vulnerables.

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