Nuevo empleo

yer en un seminario organizado por Diario Financiero – cuya cobertura encontrarán en las páginas de esta edición- surgió un interesante punto que podría sumarse a la discusión actual sobre la salida de la crisis de la pandemia. En un debate posterior a la exposición del ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, quien reconoció la reactivación del empleo como una prioridad, los economistas Andrea Tokman y Alejandro Cartoni plantearon que habría que adaptar los mecanismos de incentivos y de capacitación a un escenario donde parte de los actuales trabajos mutarán.

Lo cierto es que parte importante de las políticas públicas están diseñadas para pasar el momento difícil y retomar muy similares ocupaciones a las anteriores- en términos de descripción de cargo, niveles de sueldo, etc.-, pero los cambios provocados por la pandemia en sectores claves harán que una vez pasada la crisis estos puestos de trabajo o sufran cambios importantes o derechamente desaparezcan. Es crucial tener esto en mente para que los instrumentos de transición incorporen estos cambios y no sean meros transmisores de una realidad en transformación.

Un ejemplo que surgió en la conversación fue el sector comercio, adicionalmente clave porque absorbe intensamente empleo femenino que ha sido el más castigado por la crisis del covid. Este sector ha vivido una transformación digital muy acelerada impulsada por las restricciones de movimiento y las medidas para prevenir contagio, además de los cambios en los hábitos de consumo. Los tipos de trabajo que requerirá este sector una vez superada la crisis serán diferentes, con otras habilidades e incorporar eso en estas etapas iniciales es fundamental.

Con todo, combinar la mitigación de la caída de los ingresos con esa mirada de mediano plazo de cambio en los trabajos (por ejemplo, acelerando la reforma del Sence y generando mayores espacios de trabajos público-privados) sería un acierto para la salida de la pandemia.