Editorial

Perspectiva global para la economía del siglo XXI

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na de las dimensiones que distingue a la cuarta revolución industrial de otros grandes procesos históricos de disrupción tecnológica, transformación económica y cambio social, es la rapidez con la que ha surgido un consenso de que —para entenderla y enfrentarla mejor— se hace necesario un enfoque de alcance global.

Esto es cierto, por una parte, para los intentos de regular sus aspectos más desafiantes, como detallamos el viernes en el artículo “Impuestos a la economía digital”, con las respuestas de las empresas tecnológicas a la inédita consulta lanzada por la OCDE en torno a las complejidades de establecer normas tributarias para la nueva economía a nivel mundial. Desde ya, es aparente que un criterio importante será evitar una regulación que se limite a la economía digital, y apuntar a una mirada multisectorial del esfuerzo regulatorio. A la vez, el legítimo objetivo de gravar las nuevas actividades generadoras de riqueza no debe afectar la competitividad, la innovación ni el crecimiento.

Como demuestra el debate nacional en torno a los impuestos a las plataformas digitales o a la regulación de las FinTech, por ejemplo, estos desafíos ya están demandando nuestras respuestas.

Por otra parte, la mirada global que exige la nueva economía también es un reto para las empresas, además del Estado, como se desprende del reciente viaje a Silicon Valley del presidente de la Sofofa junto a 30 ejecutivos y empresarios, cuyas lecciones compartió el líder gremial con Diario Financiero. “Tenemos mucho que aprender en un sistema que, como en el chileno, prevalecen los compartimentos estancos y los esfuerzos individuales, el reproche de uno a otros, un cierto complejo con la palabra lucro y un castigo al fracaso y la experimentación”, resumió críticamente.

En la anterior era de globalización, impulsada por barcos y aviones, Chile apostó correctamente por la apertura y la integración con el mundo. Es hora de redoblar esa apuesta en la era de la disrupción digital.

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