Polémico nombramiento de embajador en Argentina

al como ocurrió hace cuatro años a inicios del gobierno anterior, el nombramiento del representante diplomático de Chile ante Argentina ha generado polémica. En 2018, el motivo fue la designación, por parte del Presidente de la República, de uno de sus hermanos como embajador en Buenos Aires, argumentando su capacidad profesional y conocimiento del país, pese a no ser diplomático de carrera.

La oposición de entonces, hoy representada en el nuevo gobierno y oficialismo, criticó duramente la decisión alegando, por un lado, visos de nepotismo, y por otro, la conveniencia de nombrar a alguien de mayor peso político y credenciales internacionales en esa embajada en particular, tan estratégica para las relaciones exteriores de Chile. El nombramiento fue retirado en virtud de esas presiones.

Ahora, el recién asumido gobierno ha confirmado el nombramiento como embajadora en Argentina (y recibido el beneplácito) de la ex presidenta de la CUT, lo que ha sido criticado por la actual oposición por su falta de trayectoria diplomática y de sólidas redes en el vecino país. El Ejecutivo ha justificado la decisión sobre la base de su prometida política de paridad de género en los altos cargos, así como en la autoridad del Presidente para designar a embajadores de su confianza, manteniendo una proporción de 20% respecto del 80% de funcionarios de carrera.

Al igual que hace cuatro años, los críticos al actual nombramiento lamentan el uso de embajadas con criterios de "amiguismo", "cuoteo político" o "premio de consuelo". Y en ambos casos, se ha acusado al gobierno en ejercicio de doble estándar por incurrir en prácticas que había criticado siendo oposición.

Que los mismos cuestionamientos se reiteren a propósito de la misma sede diplomática debe preocupar; que eso ocurra en gobiernos sucesivos y de signo político contrario debe encender luces de alerta. Esta es un área en que la modernización y profesionalización del Estado impacta directamente en el interés nacional.