Editorial

Positivas señales del mercado laboral

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El mercado laboral chileno sigue sumando signos más propios de una economía en recuperación. Si bien se trata de una zona específica del país -aunque relevante-, el Gran Santiago registró un descenso en materia de desempleo durante marzo para ubicarse en 7,6%.

Este desempeño, según la medición que realiza el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, respondió a un cruce óptimo de una creación mayor de puestos de trabajo (3,3%) en comparación con el avance de la fuerza de trabajo (3,1%).

Otro hecho saludable fue que el empleo asalariado -obreros y empleados- mejoró 2,7% en doce meses, mientras que los definidos como por cuenta propia lo hicieron a un ritmo menor, de 1,5%.

Coherente con lo anterior, las ramas de la actividad económica con incrementos de empleo más relevantes fueron construcción (12,8%) e industrias manufactureras (7,4%), en un contexto en que se incrementó notoriamente la participación de las mujeres en el mercado del trabajo.

Pero aunque dicha presencia pasó desde el 51,7% de hace un año a 54,1% en la actualidad, es claro que en esta dimensión el país aún enfrenta un desafío. Esta cifra probablemente es superior a la observada en regiones, pero aún dista de las tasas del 60% que se verifican en las naciones industrializadas y del 70% o, incluso más, que protagonizan los hombres.

A este reto de inclusión también se agrega el que involucra a los jóvenes, pues el Gran Santiago también evidencia un alto desempleo juvenil.

Lo positivo en los dos casos es que las propuestas para avanzar ya están en la mesa y no sólo de parte del gobierno. Distintas organizaciones, incluidos parlamentarios, han hecho planteamientos que resulta urgente poner en marcha.

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