Editorial

Presupuesto base cero: justificar cada peso

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as finanzas públicas presentan un nivel de deterioro que no se veía desde inicios de los 70, con una estimación de déficit que ya supera un 10% del PIB, y que podría seguir subiendo si la crisis sanitaria no logra ser controlada. Frente a esto, y teniendo como norte recuperar la sostenibilidad fiscal en el futuro, el Ministerio de Hacienda ha establecido que la Ley de Presupuestos 2021 se hará bajo una metodología de Presupuesto Base Cero Ajustado.

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El objetivo es que para todos aquellos gastos que no se encuentren determinados por ley, se parta de un presupuesto nulo, y se asignen recursos de acuerdo con la prioridad y utilidad que tengan. Algo más de un 60% del gasto fiscal se encuentra determinado por ley, por lo que en la práctica se analizaría en forma crítica cerca de un 40% del presupuesto, es decir, un monto cercano a US$ 30.000 millones.

Dada la grave situación que enfrentamos, con niveles de vulnerabilidad alarmantes, el esfuerzo de gastar bien cada peso del presupuesto pasa a ser un imperativo moral. En ese sentido, este importante cambio en materia presupuestaria debe ser valorado y apoyado, sobre todo considerando que existen evidencias claras de grandes bolsones de ineficiencia en el aparato estatal. Sin embargo, no se trata de un proceso simple.

Lo primero es que requiere apoyo político, considerando que cada vez que se buscan eliminar o reducir determinados gastos, grupos de parlamentarios suelen oponerse, especialmente si implica despidos de funcionarios. Esto significa que para hacer los ajustes necesarios se requiere mayor flexibilidad en el manejo administrativo de las planillas, al menos para alterar las funciones, condición prácticamente inexistente hasta ahora. Otra restricción es la cultura de los servicios públicos, en general muy reacia a los cambios. Se suma también la restricción de capacidad técnica para poder evaluar correctamente la calidad de un monto tan significativo de recursos.

Con todo, avanzar en la eficiencia del gasto público es necesario hace mucho tiempo, y hoy se ha vuelto urgente y prioritario.

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