Editorial

Programas de gobierno y elecciones

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En momentos en que la carrera electoral con miras a lo que probablemente será una primera vuelta presidencial acaba de entrar en tierra derecha, será crecientemente relevante que quienes concurran a las urnas el próximo 19 de noviembre redoblen desde ya sus esfuerzos por escrutar con mirada crítica las propuestas de los distintos candidatos, de manera de ejercer en forma responsable el derecho al sufragio.

En consecuencia, el reciente inicio de las campañas públicas de los ocho postulantes a La Moneda no debe ser visto sólo como un espacio de propaganda y jingle, sino que debe ser una real oportunidad de abrir espacios más amplios y profundos de difusión y debate en torno a los objetivos y métodos que se han propuesto los distintos candidatos.

Como ha quedado demostrado en los últimos años, las visiones respecto del pasado reciente y del futuro del país son ampliamente divergentes, de modo que como suele decirse en la arena política “no da lo mismo quién gobierne”. No da lo mismo en lo económico, en donde prácticamente nadie discute que se ha vivido un excepcional período de pérdida de vigor, productividad y competitividad; como tampoco lo da en lo social, en lo valórico e institucional, sin contar las contingencias que imprevistamente ponen a prueba a las naciones, áreas todas donde se juega el modelo de sociedad y calidad de vida de los ciudadanos.

Chile lleva demasiados años a las puertas del desarrollo y la verdad es que hasta hora éste se ha comportado como la línea del horizonte, una que se aleja en la medida en que se intenta alcanzarla. Cada elección presidencial debe ser vista como una oportunidad de torcerle la mano a ese destino y la que estamos ad portas de tener no es la excepción.

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