Editorial

Programas del Estado: el imperativo de focalizar

  • T+
  • T-

Compartir

El Gobierno inició ayer el proceso anual de seguimiento a los programas que ofrece el Estado. Se trata, como lo explicó la subsecretaria de Evaluación Social, de “evaluar las dimensiones de eficacia, eficiencia y focalización. Es decir, que los programas resuelvan los problemas que motivaron su implementación, que se usen apropiadamente los recursos y que estemos llegando primero a quienes más lo necesitan”.

Institucionalizar la evaluación de programas es un aspecto crucial de la modernización del Estado, a su vez esencial para atender las crecientes demandas de la población en una serie de ámbitos. Esto es algo en lo que ha habido avances en años recientes, con la Dirección de Presupuestos jugando un rol clave. Con todo, existe aún un amplio espacio para mejorar, como señaló la OCDE en un informe de marzo de 2020 que constataba “una decepción generalizada por el impacto limitado que ha tenido (la evaluación) en asignaciones presupuestarias, rediseño o cierre de programas con bajo desempeño”.

Ante el inicio de un nuevo proceso evaluador, entonces, parece especialmente oportuno el diagnóstico de la presidenta de la Fundación Superación de la Pobreza, quien señaló a este diario que la focalización de programas sociales es un área donde hay problemas que “reparar”. Su argumento no es primordialmente la eficiencia del gasto como tal, sino el peligro de que una mala focalización genere una sensación de injusticia en personas que, pese a compartir condiciones socioeconómicas similares, no reciben los mismos beneficios del Estado.

El punto es importante, porque tiene que ver con la percepción de credibilidad (incluso legitimidad) del Estado ante la ciudadanía, la cual es un factor de peso en su capacidad para cumplir sus funciones (eficacia). Focalizar mal los programas del Estado —más aun en un contexto en que la tasa de pobreza irremediablemente aumentará por efectos de la pandemia— no sólo dilapida escasos recursos públicos, sino que también a la larga socava la confianza en sus instituciones.

Lo más leído