Prosur: una oportunidad para avanzar

ste viernes nuestro país será anfitrión de la reunión inaugural de un nuevo bloque de integración regional, el Foro para el Progreso y Desarrollo de América Latina (Prosur), que han impulsado los actuales mandatarios de Colombia y Chile. Un objetivo explícito es remplazar a la fallida Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), creada formalmente en 2011 gracias a los esfuerzos de Hugo Chávez y Lula da Silva.

Sobre el fracaso de Unasur basta señalar que la última de sus ocho cumbres tuvo lugar en diciembre de 2014; que carece de secretario general desde hace más de dos años; y que la han abandonado siete de sus doce países miembros originales, entre ellos Chile. No es evidente que ello deje “un vacío por llenar”, como sostienen los partidarios de Prosur, pero sí desmiente el argumento de que Unasur aún tiene un rol que cumplir y la legitimidad política para hacerlo.

Por otra parte, la crítica de que el nuevo foro regional será un instrumento “ideologizado” —funcional a los gobiernos de centroderecha que hoy mayoritariamente la impulsan— es engañosa por dos razones. Por un lado, desconoce hasta qué punto la propia Unasur fue desde sus inicios un espacio de proyección ideológica para la izquierda regional afín al chavismo y su Socialismo del Siglo 21, bajo gobernantes como Chávez, Lula, los Kirchner, Correa, Ortega y Morales.

Por otro lado, se acusa que Prosur será “ideológica” porque la impulsan gobiernos mayormente de centroderecha, evidencia del reciente giro político en la región. Sin embargo, además de contradictorio con lo anterior, se omite el compromiso explícito de sus impulsores en torno a evitar ese error, para darle así un cariz genuinamente institucional, no dependiente del color político de quienes gobiernen a sus países miembros.

Si además se logra que sea un organismo “ligero” en burocracia, como se ha dicho, tal vez Prosur sí pueda resultar un aporte real a la integración, el desarrollo y la democracia allí donde Unasur jamás lo fue.