Recursos públicos y la lección de TVN

a compleja situación financiera de Televisión Nacional sigue siendo noticia. Junto a la necesidad de una capitalización extraordinaria y los malos resultados económicos —a junio reportó pérdidas por $ 9.025 millones, más del doble de los $4.335 millones durante el mismo período del año pasado—, ahora hay que incluir la objeción que la Dirección de Presupuestos (Dipres) habría planteado a una parte clave del plan de inversiones del canal estatal. La totalidad del plan debe tener luz verde, cabe destacar, para que la estación pública obtenga los 47 millones de dólares de capitalización a los que la propia Dipres debe dar curso a más tardar el próximo 3 de noviembre.

Según fuentes consultadas por este diario, el problema radica en el capítulo de adecuación competitiva, por US$ 25 millones. La propia Ley de Capitalización de TVN, precisan esas fuentes, exige que esos recursos vayan a proyectos de inversión, no a gasto, como al parecer ocurre con el plan presentado. Este gasto, por lo demás, tendría que ver específicamente con el pago de indemnización y despidos necesarios adecuar el tamaño de la empresa a la realidad del mercado. Ahora queda que la propuesta sea modificada por el directorio del canal para que el Estado entregue los fondos.

Este episodio vuelve a poner en evidencia cuán complejo es que se mezclen recursos estatales y la propiedad de medios masivos de comunicación y difusión de contenidos, con las inevitables tensiones de orden editorial que eso genera. Ello se agrava, además, cuando el gobierno de turno debe o decide inyectar en la administración de TVN como empresa.

En tiempos de estrechez, como los actuales, es difícil para cualquier gobierno lidiar con el desgaste comunicacional y político de, por ejemplo, realizar despidos en una señal televisiva de gran audiencia. Sin desconocer el rol clave que jugó TVN cuando hubo que llevar la televisión —y mucho de la modernidad— a todos los rincones de Chile, hoy no faltan motivos para repensar su rol.