Editorial

Reforma tributaria: mucho más que impuestos

  • T+
  • T-

Compartir

Imagen foto_00000001

ara Diario Financiero la discusión en torno al sistema tributario, uno de los pilares del orden económico de un país, es de especial relevancia. De hecho, hace varios meses publicamos en forma semanal el newsletter DF Tax, donde nuestros lectores pueden ponerse al día con la información más reciente en materia de impuestos y enriquecer su reflexión con las opiniones de reconocidos expertos.

Para ser coherentes con esta preocupación, hemos destinado una parte importante de nuestra edición de hoy a explicar y analizar algunas de las dimensiones más significativas del proyecto de modernización tributaria enviado por el Ejecutivo al Congreso, y que el Presidente Piñera dio a conocer esta semana en sus principales lineamientos.

Los impuestos —sus tipos, sus tasas, la forma en que se recaudan y su destino— tienen efectos en diversas áreas del quehacer nacional, no solamente el económico. Por ejemplo, son un componente clave del nivel y la calidad de la certeza jurídica de un país, y ésa es precisamente un área en la que la propuesta del gobierno busca poner énfasis. El sistema tributario debe ser ante todo materia de ley, lo más alejado posible de arbitrariedades, influencias e intereses de cualquier especie, y que ello sea una preocupación de esta reforma dice mucho del estado actual del debate.

Los impuestos, además, se recaudan para financiar las indispensables y múltiples funciones que debe cumplir el aparato estatal, pero siempre cuidando de no apagar la iniciativa privada mediante desincentivos a la inversión o al trabajo. El proyecto del gobierno contiene diversas medidas que apuntan, precisamente, a estimular la inversión y alivianar la carga de las empresas, sobre todos las medianas y pequeñas. También buscan entregar respaldos a las personas a través de nuevas franquicias para viviendas de la clase media y nuevos mecanismos para defender sus intereses como contribuyentes.

En más de un sentido, lo anterior —sumado a formas de simplificar las normas tributarias— representa un necesario correctivo a la reforma tributaria de 2014-2015, hoy transversalmente considerada deficiente por muy diversos motivos. Ello implica un complejo desafío político para La Moneda y el oficialismo, pero también para la oposición, que no debería transformar la defensa de un “legado” en un obstáculo a los cambios que el país requiere.

El proyecto del Ejecutivo contiene muchos puntos de interés, así como abre no pocas interrogantes. Todos ellos requerirán de un análisis en profundidad, pues en materias como ésta los detalles objetivamente hacen la diferencia. Por lo pronto, el país inicia un debate de profundas implicancias para su futuro, lo que exigirá de todos los actores sociales reflexión, ponderación y responsabilidad.

Lo más leído