Reformas y fantasmas en la economía

El nuevo ministro de Hacienda ha hecho un llamado al sector privado instándolo a desterrar lo que a su juicio son "fantasmas" que afectan su estado de ánimo y ha apelado a conceder que Chile ha sido y sigue siendo un país "sensato", en donde las reformas que se han impulsado en el último tiempo no pueden ser vistas como un quiebre a esa tradición de sensatez, sino que como una puesta a tono con los estándares internacionales de economías que ya han hecho un recorrido hacia el desarrollo.

Con sus palabras, el titular de Hacienda aparentemente ha optado en estos primeros días de gestión por contener las preocupaciones de los agentes económicos, cuestión que para algunos representantes del sector privado está siendo insuficiente a la luz de la desaceleración económica y, sobre todo, en la perspectiva del golpe que ha sufrido la inversión, la cual acumula siete trimestres consecutivos de caída en el país.

Desde el empresariado advierten que son ellos quienes están en contacto directo con la realidad y que para ellos desde esa posición los flancos de incertidumbre siguen abiertos. Se trata de un llamado de atención que, es de esperar, no pase inadvertido por la autoridad, quien hasta ahora ha recibido una favorable acogida.

Más que a desencuentros, el momento actual insta a las partes al diálogo y la búsqueda de acuerdos, entendiendo que las cifras económicas aún no alcanzan para ser calificadas de aceptables. Crecimientos del dos y tanto por ciento tras meses de estímulo fiscal y monetario y con la ayuda de los bajos precios del petróleo, están muy por debajo del potencial del país, el que lamentablemente ha ido a la baja.