Señales de buena salud en índices de confianza
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Estados Unidos sigue sumando evidencia del buen estado de ánimo con que los agentes económicos observan el futuro. A los datos de empleo y actividad, mes a mes se añaden mediciones de confianza que revelan que las expectativas respecto del futuro se encuentran en niveles no vistos en casi dos décadas. Sin ir más lejos, eso es exactamente lo que ocurrió ayer con la confianza de los consumidores, que registró su mejor desempeño en 16 años.
La evidencia económica parece en su conjunto estar apuntando en una sola dirección. Y lo está pese a (algunos dirán que es gracias a) que el gobierno en ejercicio aún no ha dado pruebas de estar en sintonía con las fuerzas políticas en el Congreso, incluso de su sector, así como tampoco ha sido capaz de demostrarse capaz de diseñar medidas administrativas que superen sin contratiempos los filtros que considera el denso sistema de controles de la democracia americana.
Como sea, los síntomas que emanan de la principal economía mundial, como los que se aprecian en Europa y el dominio de la situación que ha probado China, todos confluyen a un ciclo con viento de cola, que debería ser altamente incidente en la performance mundial para este año.
