Una decisión acertada en Aduanas

ltimamente da la impresión de que cada semana, si no cada día, trae noticias que ponen en evidencia la necesidad de adaptarse a los requerimientos de la economía 4.0. Para funcionar en los nuevos escenarios de la cuarta revolución industrial, los Estados, las empresas y las personas deben, en muchos sentidos, “transformarse”.

La noticia de que el Servicio Nacional de Aduanas ha resuelto dar un reconocimiento legal a los couriers (empresas de envíos de entrega rápida), facilitando y acelerando así el despacho en la llamada “última milla” de una compra, es un ejemplo de esa adecuación a una nueva realidad de los mercados y de la sociedad. No es casual que el negocio de los couriers haya crecido 24% en lo que va del año y, según dijo a este diario la subdirectora Técnica de Aduanas, el servicio ha ido eliminando otros “cuellos de botella” similares.

Lo anterior se aprecia con mejor perspectiva considerando la probabilidad de que Amazon, el gigante mundial del comercio electrónico, se instale en Chile arrendando un centro de distribución extraportuario, precisamente para reducir los plazos de entrega al cliente final. Es un desafío que también están enfrentando las empresas nacionales del retail y los supermercados, cada una a su manera, cuyos procesos de logística hoy deben satisfacer a clientes más exigentes y volubles, además de hacer frente al posible arribo de un competidor de la talla de Amazon.

Pero más allá de ser una bienvenida señal de adecuación institucional a las desafiantes realidades del entorno económico contemporáneo, la medida de Aduanas debe entenderse como una prueba de que los avances reales en aspectos puntuales, pero muy relevantes, son muy posibles sin necesidad de esperar a una modernización amplia del Estado que aún sigue pendiente. Son muchas las áreas en que perfeccionamientos de esta índole, relativamente acotados, pueden tener un impacto significativo. Una parte del esfuerzo por modernizar el Estado chileno debe consistir en identificar esas áreas.